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Hacia el Centenario N. 20: Semana Santa en Costa Rica

By Pbro. Fernando A. Vílchez Campos. Julio 21, 2020

 

En 1527 Nicaragua se afianza como Gobernación, mientras Costa Rica continúa sin conquistar ni poblar.

El cuarto intento de conquista entre 1502 y 1560 en lo que será nuestro territorio, que podemos mencionar por su significación histórica en la paulatina configuración eclesiástica, es el acontecido en 1526.

Francisco Hernández de Córdoba (+1526) en 1525 desde Nicaragua, decide rebelarse contra el Gobernador de Castilla del Oro, Pedrarias Dávila (1513-1525), para quedarse con la Gobernación del nuevo territorio, por lo cual manda despoblar la villa de Bruselas, en territorio costarricense, para asegurar su protección en Granada.

Pedrarias parte a inicios de 1526 desde Panamá, con la intención de castigar a su antiguo enviado, llegando por mar hasta el Golfo de Nicoya –llamado desde la expedición de 1519 Golfo de San Lúcar–. El 16 de marzo de 1526 toma posesión formal de la Isla Chira.

Las fuentes nos indican que en esta expedición participa el P. Diego de Escobar, se menciona expresamente la celebración de la Semana Santa en la Isla Chira del 16 al 23 de marzo de 1526, pero no tenemos más detalles de alguna otra labor evangelizadora durante esta empresa que distaba de ser de exploración y mucho menos de cristianización, pues es exclusivamente punitiva contra Hernández de Córdoba.

Llegando a Granada, Pedrarias y sus hombres toman prisionero a Hernández de Córdoba y, luego de procesarlo, lo manda decapitar en León en julio de 1526.

Por orden de Pedrarias la villa de Bruselas fue repoblada de nuevo, siempre en 1526, esta vez por Gonzalo de Badajoz, haciéndose de nuevo el repartimiento de indígenas de la Península y de las islas del Golfo de Nicoya, estableciendo con ellos el comercio esclavista hacia Panamá.

Mientras tanto, en España el 28 de octubre de 1525, Pedro de los Ríos (1525-1529) había sido nombrado nuevo Gobernador de Castilla del Oro. Pedrarias regresa a Panamá en diciembre de 1526, para enfrentar el “juicio de residencia”, al que debían someterse los personeros de gobierno al concluir sus funciones.

Pedro de los Ríos va a pretender extender su jurisdicción hasta Nicaragua, aludiendo el derecho de sucesión a lo actuado por Pedrarias, lo cual se traducirá en un conflicto entre las autoridades españolas, pues también Diego López de Salcedo (1525-1528), nuevo Gobernador de Honduras, tenía las mismas pretensiones.

Pedro de los Ríos se presenta en Bruselas que reconoce su autoridad; mientras que López de Salcedo llega a León en 1527 donde es aceptada su jurisdicción dado el peligro en que se hallan los españoles por las incursiones indígenas. El Gobernador de Castilla del Oro se ve obligado a regresar a Panamá y como consecuencia, López de Salcedo desde León, siempre en 1527, ordena la destrucción definitiva de Bruselas, obra ejecutada por su anterior teniente Andrés Garabito.

Pero esa convulsa situación no se prolongará mucho, pues Pedrarias Dávila (1527-1531) había logrado salir bien librado de las acusaciones que habían producido su sustitución en Castilla del Oro y, el 16 de marzo de 1527, es nombrado primer Gobernador de Nicaragua, trasladándose a León en marzo de 1528, de donde expulsa a López de Salcedo, luego de tenerlo preso por siete meses, ganándose así parte de los territorios de Honduras. Desde entonces es claro que Nicaragua y Castilla del Oro son dos Provincias y gobernaciones independientes.

Con Pedrarias como Gobernador, Nicaragua adquiere personalidad política y como consecuencia pronto la adquiriría en el ámbito eclesiástico, aunque no se definen claramente sus límites y aún no se plantea el problema de la jurisdicción del territorio costarricense, permaneciendo todavía desconocido y sin poblar.

Sobre la Semana Santa se ha afirmado que la de 1524 es la primera celebrada en Costa Rica, pero hay que decir que, éste es sólo el primer testimonio documental de su celebración, pero no podemos decir que sea la primera, pues ya habíamos comentado que, entre enero de 1522 y junio de 1523, existe certeza de la presencia de uno o dos sacerdotes en la expedición de Gil González Dávila en el Pacífico de Costa Rica, por tanto, durante esos dos años, es totalmente seguro que se haya celebrado dicha conmemoración en tierras costarricenses, aunque no nos hayan dejado informe escrito de ello, máxime que esta expedición tenía un mayor carácter de exploración y cristianización, dado el alto número de bautizados, caso contrario a la de Pedrarias que sólo pretendía la captura de Hernández de Córdoba.

Además, como ya comentamos también, es muy probable que, en Bruselas en la costa oriental del Golfo de Nicoya, haya permanecido algún sacerdote que, entre 1524 y 1526, habría también celebrado allí la Semana Santa, aunque los documentos no lo digan expresamente. Hay que recordar siempre el principio de que lo que es evidente y cotidiano no se deja por escrito.

Hay certeza histórica entonces de la celebración de la primera Semana Santa en el Pacífico de Costa Rica en 1522 y en 1523, hay gran probabilidad histórica de su celebración entre 1524 y 1526 en Bruselas y hay testimonio escrito de la misma en 1526 en la Isla Chira, pero no se trata de la primera. Aún en momentos en que todo el territorio Costa Rica sigue sin conquistar ni poblar por parte de los españoles.

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