Respuesta de la Iglesia costarricense frente a la pandemia 

Cáritas lanza informe general sobre acciones realizadas 

 
Danny Solano Gómez 
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La Pastoral Social-Cáritas de Costa Rica lanzó un informe sobre las diversas acciones que se han llevado a cabo desde la Iglesia para ayudar a los más necesitados en medio de la emergencia por el Covid-19. 


Se trata de un informe general, pero sirve para mostrar “la intensa labor de compromiso frente al drama de los impactos socioeconómicos de esta crisis” y, a la vez, hacer eco “de tanto dolor, angustia y desesperación con que fieles laicos, fieles consagrados, diáconos, presbíteros y obispos nos encontramos a diario”, cita el estudio. 


El informe se titula Panorama de la Acción Social de la Iglesia Católica en Costa Rica en el contexto de la pandemia de la Covid-19. Fue presentado por Mons. Daniel Blanco, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de San José y presidente de Pastoral Social Cáritas. 


Acciones en salud e higiene 


En primera instancia se habla sobre el apoyo eclesiástico a nivel nacional, diocesano y parroquial para promover las medidas encargadas por las autoridades sanitarias del país. 
De igual forma, desde Pastoral Social se ha realizado un trabajo de incidencia política en defensa del seguro social. 


Por ejemplo, se constituyó el Frente para salvar la Caja Costarricense de Seguro Social, una organización de naturaleza pluralista y no política partidista, según se informa, con la idea de generar propuestas a favor de la sostenibilidad financiera de la institución. 


La Pastoral Social Caritas de la Iglesia además anima el diseño de un modelo de desarrollo del sector sociosanitario, es decir, de la oferta de servicios de salud desde la Economía Social Solidaria, donde estarían involucradas Cooperativas, Asociaciones de Médicos y de Desarrollo Comunal, Fundaciones y sociedades civiles sin fines de lucro. 
Lo anterior tendría como fin aliviar la demanda de servicios que enfrenta la Caja, “a la vez que facilitaría una opción de atención sanitaria a personas que están el sector laboral informal, sin cobertura del seguro social”. 


Asimismo, se menciona el acompañamiento espiritual tanto a pacientes como a personal médico, por parte de capellanes y servidores laicos. 


Se menciona el préstamo de instalaciones parroquiales a clínicas y otros centros de salud que necesitan espacio para atender casos de Covid-19, tal como ocurre con algunas parroquias de la Diócesis de Alajuela, Nuestra Señora de Guadalupe, en Goicoechea; Nuestra Señora de Ujarrás, en Paraíso de Cartago, entre otras. 


Se reseña además la iniciativa de un grupo de artesanas, quienes confeccionaron mascarillas para los grupos en condición de vulnerabilidad acogidos por la Pastoral Social de la Diócesis alajuelense. 


Acciones para atender necesitados 


El informe detalla que las ayudas del Estado son insuficientes para cubrir las necesidades de todos los ciudadanos que pasan momentos difíciles, especialmente en estos tiempos de emergencia nacional donde ha aumentado la cantidad de personas desempleadas. 


“La atención asistencial se concentra en ayuda alimentaria, así como, según las posibilidades de cada parroquia, en auxilio para el pago de recibos por servicios, alquiler de casas, becas para estudiantes y atención médica o adquisición de medicamentos”, señala el documento. 


Sin embargo, la principal fuente de financiamiento de Pastoral Social son las colectas que se realizan en las celebraciones eucarísticas, por lo tanto, al estar cerrados los templos y no celebrarse actividades religiosas con presencia de fieles, la labor de la Pastoral Social se ha visto sumamente afectada, explica el texto. 


Aun así, los diferentes grupos parroquiales se las han ingeniado para recibir recursos y donaciones. “Se han desarrollado iniciativas como la recolección de bienes básicos de subsistencia en especie y nuevas formas para promover la donación en dinero y se han organizado para el reparto de víveres a domicilio”. 


La Diócesis de Ciudad Quesada, por ejemplo, abrió un Banco de Alimentos, donde se reciben víveres y donaciones para distribuirse entre familias necesitadas del territorio eclesial. 
Al mismo tiempo, “diversas parroquias se han incorporado a los comités de emergencias, a través de los cuales está canalizándose la asistencia básica gubernamental para personas en situación de pobreza”. 


Hay parroquias y diócesis que se han organizado para enlazar a pequeños productores agrícolas con los consumidores, creando un sistema de oferta y demanda en línea, con distribución domiciliaria. Destaca la labor hecha por la Pastoral Social de Cartago, que creó una feria del agricultor en línea, a través del sitio Web: www.feriaparroquial.org. 


Recuperación e incidencia política 


El trabajo de la Pastoral Social no se limita solo a la respuesta en momentos de crisis, sino en desarrollar procesos de recuperación por los impactos generados. Sin embargo, estos son de tal magnitud que rebasan la capacidad de la Iglesia, por cuanto corresponden entre sectores de la sociedad políticas públicas y estrategias entre de la sociedad civil. 


Aquí se destaca la participación de Cáritas en la Comisión Consultiva del Consejo Presidencial de Economía Social Solidaria, allí se generaron y recopilaron diversas propuestas para una recuperación socioeconómica ante el impacto de la pandemia. 


Estas propuestas se presentaron al Gobierno de la República para que las analice y tome las decisiones que considere. 


Asimismo, Cáritas trabaja en la creación de una red para enlazar a productores, servidores y abastecedores, con el objetivo de facilitar la colocación de productos y servicios de sectores socioeconómicos vulnerables, y brindar empleo en tareas de abastecimiento y distribución local a personas desempleadas.